Era un dia feo, un dia muy feo. Estaba todo el cielo lleno de nubes y todo apuntaba a tormentas. Hacía un viento fuerte, pero hasta aqui, todo era soportable para un ex-delincuente y ahora caballero honorable, pero lo peor, era la niebla. Habia una niebla espesa y fuerte.
Habia barcos que llegaban pero ni uno que saliera del puerto de Ventormenta. Ni uno. El faro se había apagado por falta de combustible, nos habíamos encargado de robarlo. Si salíamos ahora, nadie nos vería. Ya que era de lo que se trataba. Subimos los cuatro al barco y lentos, remamos con silencio. Hacía frío. Y no se veia nada. A medida de que nos alejamos del puerto, izamos las velas y guardamos los remos. Empezamos a ir deprisa y la niebla se empezó a disipar.
A lo lejos vimos unas luces rojas, y nos acercamos hacia ellas. cada vez mas cerca, pudimos comprobar que edificio era. Se adivinaba la silueta oscura de la torre del trueno. Allí estaban encarcelados mis padres, y los de mis tres compañeros. Un tufo se empezó a notar, mientras atracabamos el barco. Todo empezó allí...
To be continued
(continuará)