La Caída de Sindragosa

Mucho tiempo antes de la gran fractura, los cinco Aspectos Dracónicos,- rojo, azul, bronze, verde y negro- fueron encargados de salvaguardar el mundo naciente de Azeroth. Sindragosa era la querida compañera de Malygos el azul, también llamado el Teje-hechizos, Guardián de toda la Magia Arcana. El gran dragón negro Neltharion, Guardián de la Tierra se encargaba de la Tierra y de sus profundidades. Con la ayuda de sus servidores goblins, Neltharion creó un poderoso artefacto llamado El Alma del Dragón. Convenció a sus hermanos dragones de dotar el disco de su poder diciendo que eso detendría la invasión inminente de la demoniaca Legión Ardiente. Pero Neltharion traicionó a sus aliados dragones durante el ataque de la Legión, provocando una batalla apocalíptica en los cielos, encima del Pozo de la Eternidad. Malygos y Syndragosa se unieron a los dragones azules que rodeaban el Guardián de la Tierra. Atacaron el dragón negro...Pero Neltharion usó el poder de el Alma del Dragón para contraatacar, liberando su poder etéreo matando casi todos los dragones azules. La explosión proyectó a Syndragosa más allá de las heladas tierras del norte. Ciega y moribunda, Syndragosa intentó desesperadamente alcanzar el Cementerio de Dragones, el lugar en el que se encontraban los dragones para morir, empujados por su instinto. Incapaz de volar más lejos, Syndragosa se estrelló en la helada tierra yerma de Icecrown. El dragón azul concentró los restos de su débil energia y llamó a Malygos para ayudarla. La única respuesta que recibió fue la del ahullante viento ártico mientras se arrastraba dificilmente, pero la distancia era demasiado grande; agonizando, omprendió que su alma no encontraría descanso alguno en el Cementerio de Dragones. Su vida seguía extinguiéndose mientras la locura invahía su corazón y su mente. En un desenfrenado pensamiento de locura, los pensamientos de Syndragosa se denigraron a la amargura y al odio; el odio a la Legión, el odio de Neltharion, hasta el odio hacía Malygos, su odio se extendió a todo. Pero por encima de todo, el odio por la tierra de los mortales. Y en sus últimos instantes...Syndragosa juró que se vengaría.

En los helados abismos del rey Exánime,
El Wyrm de Hielo aguarda, deseoso de
destruir la almas de los mortales y así
llevar acabo su venganza...

*Nota sobre el texto: traducción de un documento escrito en un dialecto arcáico élfico, hallado en el Pantáno de las Penas. Debido al duro proceso de restauración del pergamino, tuve numerosos problemas al traducirlo, y quizá la traducción no resulte exacta.

Satorr Thörje de Cedronorte